Consultar tu reporte crediticio con regularidad es un paso clave para mantener el control de tu historial financiero. Pero la revisión de tu reporte no es solo para verificar tu comportamiento de pago: también es una línea de defensa contra el fraude. Un reporte actualizado y revisado te da el poder de detectar movimientos no autorizados a tiempo. 

Te contamos las razones por las que el monitoreo regular debería ser un hábito. 

Detección temprana de suplantación de identidad: si alguien usa tu nombre para solicitar un préstamo, un nuevo producto de crédito o abrir una cuenta, esto se registrará en tu historial y lo vas a ver en tu reporte. 

Verificación de tu información: al revisar tu reporte periódicamente, te asegurás de que refleje con precisión tu comportamiento de pago, y en el caso de que veas información incorrecta o desactualizada, podés pedir que se corrija y así preservar tu historial. 

Chequeo de tu historial antes de pedir un producto financiero: antes de iniciar cualquier gestión financiera, como por ejemplo pedir un préstamo o una nueva tarjeta de crédito, tu reporte te da un panorama completo de tu situación y te ayuda a verificar que toda tu información esté completa y correcta. 

Recordá que cuidar tu reporte crediticio es cuidar tu reputación financiera. Hacer de la revisión periódica un hábito es una inversión en tu futuro y una herramienta que tenés para protegerte activamente contra el fraude.