La ciberseguridad es algo que toda persona debe reforzar cada día en sus operaciones digitales y gestiones online. Así como sabemos que al cruzar la calle debemos mirar antes a los dos lados y circular con precaución para evitar accidentes, es fundamental incorporar ese mismo sentido de la atención cuando navegamos en internet y usamos apps en el celular o tablet. 

La ingeniería social consiste en aplicar técnicas para manipular a las personas para que revelen información confidencial o realicen acciones que puedan comprometer su seguridad. Estas son las actitudes más comunes de un ingeniero social: 

Solicitudes inesperadas: si alguien te pide información personal o financiera sin un motivo claro, es una señal de alarma. 

Actitud inquisitiva: hace muchas preguntas personales o específicas que no parecen relevantes para la conversación y presiona para recibir respuestas. 

Todo es urgente: insiste para que las decisiones se tomen rápidamente, sin dar tiempo a pensar demasiado o cuestionar lo que está sucediendo.  

Conocimiento inusual: parece saber demasiado sin una explicación clara de cómo obtuvo esa información.

Comportamiento cambiante: tiene una actitud defensiva sin motivo, da respuestas desproporcionadas a preguntas simples o hace cambios bruscos en el tono de voz. 

Ofertas muy buenas para ser verdad: quiere tentarte con promociones, premios o beneficios que parecen excesivamente generosos. 

Recordá que la principal defensa es la prevención. Estar alerta a este tipo de actitudes te ayudará a identificar situaciones sospechosas y resguardarte ante un intento de ingeniería social.