Muchas veces, pequeñas compras que parecen insignificantes se suman y terminan conformando un gasto importante. Estos son los famosos "gastos hormiga": el café diario, el delivery de último momento o esa suscripción que ya no usás. Si notás que tu dinero "se evapora", es hora de usar tu planilla de presupuesto como una herramienta de detección. 

Aquí te damos 3 ideas para desarmar los gastos hormiga:

Primero: dales un nombre y un límite. El presupuesto es tu mejor aliado para identificar estos gastos claramente. Creá una categoría específica en tu planilla (por ejemplo: "ocio", "comidas fuera de casa", "servicios no esenciales") y asignale un monto máximo. Al registrar el gasto al instante, verás si superaste el límite antes de pasarlo. 

Segundo: aplicá la regla de las 72 horas. Si estás por hacer una compra "hormiga" no esencial (como una suscripción nueva o un snack costoso), date un plazo de 72 horas antes de concretarla. En muchos casos, al pasar el momento del impulso te darás cuenta si el gasto es realmente necesario.

Tercero: hacé tu propio "diagnóstico" de servicios. Revisá en tu planilla de gastos fijos qué suscripciones o servicios estás pagando mes a mes. ¿Tenés plataformas que ya no usás? ¿Servicios contratados que ya no necesitás? Cancelar esos gastos es la manera más rápida de recuperar parte de ese dinero que se va sin que te des cuenta. 

Recordá que un presupuesto no es una restricción, es una herramienta de libertad. Te da el poder de entender tus hábitos de consumo y decidir dónde usar tu dinero para que puedas alcanzar tus metas financieras.