El término “deuda” se refiere a toda obligación de pago asumida. En una conducta financiera habitual, las personas pueden tener deudas y mantener una economía personal saludable. 

Por ejemplo, los consumos realizados con tarjeta de crédito son deudas que se asumen para abonar en el o los períodos siguientes. Esto no representará un problema financiero, siempre y cuando esos consumos, esas deudas asumidas, estén dentro de la capacidad de pago y sean abonadas a término con las fechas de vencimiento.

Si esta condición se mantiene, podemos hablar de una conducta financiera con endeudamiento responsable. En esta nota te compartimos algunos consejos para analizar antes de asumir nuevos compromisos de pago. 

Revisá el valor de la cuota final: previo a comprar un producto o contratar un servicio bajo la modalidad de crédito, es importante que sepas si contarás con el dinero necesario para pagar las cuotas. Si se trata de una compra con financiación, tené en cuenta chequear si aplican tasas de interés, y por cuánto tiempo estarás pagando. 

Llevá un control de tus herramientas financieras: es importante que sepas cuántas tarjetas y cuentas tenés, ya sean bancarias o no (como una billetera virtual). De esta manera identificarás los medios en los que podrías asumir compromisos de pago y podrás tener un control ordenado de tu dinero disponible. 

Planificá tus pagos: lo más recomendable es pagar las cuotas en su totalidad, y la planificación es clave para lograrlo. Para esto podés organizarte con un presupuesto donde contemples todos tus gastos, revisando que las deudas no superen el 40% de tu ingreso.   

Ahorrá para emergencias: es importante contar con un ahorro asignado para imprevistos que te permita pagar las obligaciones de pago asumidas si eventualmente los ingresos se vieran afectados, o alguna situación particular generase gastos extraordinarios.  

Lo más importante es conocer la capacidad de pago personal, para mantener un control sobre el nivel de endeudamiento que se puede afrontar.